Hace dos años, los Medios de Comunicación dieron la noticia de la Exposición celebrada en Alicante, respecto a la violencia de género “Del morado al negro”.
La muestra presentaba un total de 50 fotografías realizadas por once fotoperiodistas, queriendo hacer una aproximación visual de esta grave tragedia humana y social.
“Del morado al negro”. El titular me impresionó, dos colores resaltaron un problema de desigualdad brutal entre sexos, existente en nuestra sociedad y, no se responde con la misma capacidad de respuesta que cuando se trata de un acto de terrorismo político.
La última estadística judicial difundida por el Observatorio contra la Violencia Doméstica y de Género eleva a 48.971 los condenados por estas causas, tan sólo dos años después de la aplicación de la ley. Otro dato significativo, se refiere a la solicitud de 71.381 órdenes de protección, de las cuales, solo se formalizaron 53.994, y entre un 35 % y un 40% de mujeres que viven emparejadas, sufren malos tratos físicos y psíquicos por parte del hombre. Todo esto nos permite afirmar que miles de mujeres están bajo amenaza de muerte.
¿Que está pasando? La sociedad no deja de sorprenderse ante tanta violencia, sin embargo, presenciamos día a día estos hechos brutales a nuestro alrededor y seguimos pensando, que la violencia doméstica es un asunto privado. Con esta actitud, estamos siendo cómplices de esas muertes, que debemos calificarlo como terrorismo doméstico.
Aunque el maltrato a las mujeres ha existido siempre, sólo hay datos a partir del 1.983, y, hasta el momento, no se han puesto en marcha medidas sobre la violencia de género que actúen en el conjunto de la población.
Afortunadamente, hoy en día, existe una gran concienciación de las agresiones sobre las mujeres, en buena medida, al esfuerzo realizado por las organizaciones de mujeres en su lucha contra toda la violencia de género. Ya no es un “delito invisible”, sino que produce un rechazo colectivo y una evidente alarma social.
La escuela debe dejar de dar aliento a esa concepción del mundo que determina la vida en función del sexo. Se debería empezar por erradicar el tema desde la enseñanza primaria. Es deseable que llegue el día en que no se tenga que proteger a la mujer, porque seamos consideradas igual que los hombres.
Presidenta de la Asociación "13 Rosas Rojas"
Inés Plaza
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